Pescadores, hombres que arrebatan al mar sus tesoros, pueden ser ricos. ! Más no ¡ cambian sus frutos, por la libertad de surcar el ancho mar. Sin mas, que sus aperos para la pesca. Hombres sencillos de aspecto hosco, de manos curtidas por la sal, sin más sustento que un paquete de cigarros y un poco de mate.
Pescadores sureños, nortinos, isleños. No hay mas diferencia que el sol que los cobija, su amigo es el mar, toman como tesoros corvinas, albacoras y merluzas, juegan con delfines y seres mitológicos, las redes y anzuelos son sus armas, regalos de antepasados milenarios. Seres casi irreales que hacen de la lluvia su techo habitual, las estrellas son sus guías, las olas, son para ellos las manos del mar que reclama por sus posesiones, le temen, le respetan, pero más que un enemigo cruel, es su hermano mayor que los castiga si no cumplen con los dogmas enseñados a través de los siglos.
Hombres valientes, de extraña raza, que si los pudiésemos unir como un todo veríamos la sombra del rey Poseidón.
Hombres de carne y hueso, que como sangre corre por sus venas el amor por el mar.
Hombres simples, que solo desean navegar hasta que la muerte llame a su puerta, o hasta que el mar reclame por ellos.
Pescadores, solo hombres, solo lobos del mar.
Puerto Cisnes
Lunes 28 de junio del 2004
Juan Marcelo Premolo Yergues
Paisano y Poeta Urbano
Pescadores sureños, nortinos, isleños. No hay mas diferencia que el sol que los cobija, su amigo es el mar, toman como tesoros corvinas, albacoras y merluzas, juegan con delfines y seres mitológicos, las redes y anzuelos son sus armas, regalos de antepasados milenarios. Seres casi irreales que hacen de la lluvia su techo habitual, las estrellas son sus guías, las olas, son para ellos las manos del mar que reclama por sus posesiones, le temen, le respetan, pero más que un enemigo cruel, es su hermano mayor que los castiga si no cumplen con los dogmas enseñados a través de los siglos.
Hombres valientes, de extraña raza, que si los pudiésemos unir como un todo veríamos la sombra del rey Poseidón.
Hombres de carne y hueso, que como sangre corre por sus venas el amor por el mar.
Hombres simples, que solo desean navegar hasta que la muerte llame a su puerta, o hasta que el mar reclame por ellos.
Pescadores, solo hombres, solo lobos del mar.
Puerto Cisnes
Lunes 28 de junio del 2004
Juan Marcelo Premolo Yergues
Paisano y Poeta Urbano
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