viernes, 29 de enero de 2010

Cazado


Me pregunto si eres real o un fantasma que aparece escapado del limbo. Te tomo, te huelo, pero al instante ya no te encuentras.
Desapareces como bruma que lleva el viento. Frenética, loca de pasión. Paseas tu desnudes; escandalosa, fría, sin voz… sin tiempo ni lugar.
Eres y no eres, te presentas y te vas. ¿Quién eres? ¿Por qué horadaste mi vida? ¿Por qué soy tu arcilla que moldeas a tu antojo? Me dejo ser… perplejo, casi como un muñeco, como una marioneta de cartón; que se deja envestir por los caprichos del titiritero.
Ya no soy, ya no escucho, ya no siento. Sólo me dejo llevar por tu música embriagante de sirena siniestra. ¿Cómo escapar te tu red? Succionas mi ser y me dejo morir más allá de la muerte. Manso, quieto…no respiro, no lato, no creo. Muerto de amor, muerto de lujuria espero que regreses. Y yo derribado como un animal feroz, luego de recibir la metralla del ávido cazador…Sólo espero…sólo espero…


Juan Marcelo Premolo Yergues
Poeta y Paisano Urbano
Santiago 25 de enero de 2010

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