Creí haberte conocido por toda la vida.
Y aunque pasaran los años, de mi memoria no te borraría.
Creí en el amor eterno, aquel amor, que no muere jamás.
Creí infantilmente reconquistar lo añorado y lo perdido.
Creí ser el que era y cuan cruenta realidad, al ver mi
reflejo de los tiempos, me di cuenta con pesar, que no fui y no seré.
Creí alcanzarte, como quien toca la luna con sus dedos.
Ahora te vas, sin dejar rastro, desapareces como cometa de cien años.
Pero tu estela, aún brilla y me aferro a ella como él último suspiro de un moribundo.
Te vas y creí nuevamente en el amor, en ese amor nuevo que todo lo cambia.
Te vas y creo que mi amor perdurará por siempre, aunque no te vea ni te toque.
Te vas y entre sollozos pido, encontrarte en otro plano, en otra vida y aun así, no dejaría de amarte.
Y aunque pasaran los años, de mi memoria no te borraría.
Creí en el amor eterno, aquel amor, que no muere jamás.
Creí infantilmente reconquistar lo añorado y lo perdido.
Creí ser el que era y cuan cruenta realidad, al ver mi
reflejo de los tiempos, me di cuenta con pesar, que no fui y no seré.
Creí alcanzarte, como quien toca la luna con sus dedos.
Ahora te vas, sin dejar rastro, desapareces como cometa de cien años.
Pero tu estela, aún brilla y me aferro a ella como él último suspiro de un moribundo.
Te vas y creí nuevamente en el amor, en ese amor nuevo que todo lo cambia.
Te vas y creo que mi amor perdurará por siempre, aunque no te vea ni te toque.
Te vas y entre sollozos pido, encontrarte en otro plano, en otra vida y aun así, no dejaría de amarte.
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